miércoles, 12 de septiembre de 2018

ÁNGEL ROMERO, Cronista Oficial de Upata




El martes 12 de octubre de 2018, en la ciudad de Upata. falleció de un infarto  y a la edad de 83 años, Ángel Romero,  Cronista Oficial de la Ciudad de San Antonio de Upata y también Presidente de la Asociación de Cronistas del Estado Bolívar.
El Profesor Ángel Romero, casado con una caicarense y padre de  hijas arrastradas hacia el exterior por la diáspora, era popularmente conocido como “Romerito”, acaso por su talla menuda y su hablar agudo y afable.  No era precisamente upatense sino caraqueño.  En la capital venezolana había nacido el mismo año de la muerte del dictador Juan Vicente Gómez, es decir, en 1935,
Docente, cronista, fundador, presidente  de la Casa de la Cultura María Cova Fernàndez, y Presidente también de la Asociación de Cronistas del Estado Bolívar, colaborador de la revista “Cuadernos de la memoria”  coordinada por el poeta Pedro Suárez y defensor del patrimonio cultural de Guayana.
Ángel Romero realizó una intteresante investigación sobre el secor urbano Dalla Costa de San Félix y  estuvo comprometido durante ocho años en un trabajo de investigación sobre la vida y obra de don Pedro Cova. Investigación que parte de un dato que Carlos Rodríguez Jiménez da a conocer en el primer volumen de su libro Upata publicado en 1965.
Romero no tenía la menor idea de quién era Pedro Cova, y no tenía por qué tenerla, pues él era caraqueño y había llegado a la tierra del Yocoima por instrucción del profesor Lucas Rafael Álvarez, enton­ces director de Educación del Estado, para fundar la Casa de la Cultura de Upata.
La única referencia cultural que tenía era María Cova y por allí comenzó después de leerse el libro del extinto diplomático Rodríguez Jiménez. Remunerado por la CVG, se fue a la antigua Nueva Andalucía  (Cumaná), la tierra de los Cova y allí, bajo la orien­tación del cardiólogo y cro­nista José Mercedes Gómez, encontró suficiente material. Los archivos parroquiales de la iglesia Santa Inés fueron de mucha importancia, lo mismo que la información genealógica de Iturriza Guillén. Halló que el primer Cova llegó a Cumaná en 1818 y se llamaba Ascanio y don Pedro Cova, su descen­diente, era compadre de Pedro José Rojas, periodista que bautizó a su hija mayor y con el cual había hecho una sociedad en 1843 para fundar una imprenta  y editar el Manzanares, semanario político. Esa  misma imprenta a lomo de mula trasladó Pedro Cova hasta Upata y allí se editaron las primeras  publicaciones que tuvo el Yocoima.  Total, es un libro que debería editar la Alcaldía y donde se demuestra que don Pedro Cova es el paladín del progreso de la antes Villa del Yocoima.     Lo que San Antonio de Upata es en la actualidad y lo que será siempre, tiene mucho que ver con la obra civilizadora de don Pedro Cova, un cumanés, radicado en esas promisorias tierras desde mediados del siglo diecinueve. (AF)